Objetivos

El uso de los VMP ha crecido rápidamente en Barcelona en los últimos años. Esta tendencia, sumada al contexto de la pandemia de la covid-19, ha impulsado nuevos hábitos a la hora de desplazarse que conllevan la necesidad de regular el uso de estos nuevos vehículos.

En concreto, según la última Encuesta de Movilidad en Día Laborable (EMEF) de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), en 2020 se realizaron en Barcelona cerca de 50.000 desplazamientos diarios con vehículos de movilidad personal (VMP). Aunque el uso de los patinetes representa solo el 0,85% del total de los desplazamientos en la ciudad, en términos absolutos se trata de un crecimiento disruptivo que supera el de otros medios de transporte. De hecho, es el único modo de transporte que crece en 2020 en el contexto de la pandemia (un 17,6% en comparación con los desplazamientos en VMP del 2019).

El objetivo de este estudio es comprender las claves de este fenómeno en crecimiento y proponer recomendaciones para mejorar la convivencia y garantizar la seguridad de todos los usuarios. Para ello, ha realizado más de 3.000 observaciones y ha encuestado a 600 usuarios de VMP en 9 de los 10 distritos de Barcelona (trabajo de campo realizado en el mes de junio de 2021).

Conclusiones

Entre las conclusiones del estudio destacan las siguientes:

  • Desconocimiento de la normativa: las personas encuestadas manifiestan desconocimiento sobre la mitad de los aspectos básicos de la normativa para circular en patinete.
  • Comportamiento desigual en términos de velocidad: el 94% de los usuarios observados incumple la normativa de velocidad cuando circulan por el carril bici en la acera (máximo 10 km/h), mientras que la inmensa mayoría (97%) sí respeta los límites en la calzada (25km/h).
  • Incumplimiento de la normativa cuando no existe un espacio habilitado específicamente para ellos: un 43% de los encuestados reconoce que opta por circular por la acera con el VMP en marcha y un 41% lo hace por la calzada (ninguna de las dos prácticas está permitida, ya que deberían circular por el carril bici).
  • Accidentalidad: un 12% de los usuarios de VMP asegura que ha tenido alguna vez un accidente con daños personales. De estos incidentes, casi la mitad (45%) involucra a otros VMP o a ciclistas.
  • Elevada vulnerabilidad: más de la mitad de las personas que van en patinete (57%) afirman que se sienten vulnerables cuando circulan por Barcelona, especialmente frente a los vehículos de motor. Los peatones no les generan inseguridad, pero están involucrados en un 26% de los accidentes.
  • Suspenso a los servicios y normativa: alrededor del 80% de las personas encuestadas suspende la oferta de aparcamiento seguro y de puntos de recarga en la ciudad. Más de la mitad también valora negativamente la prohibición de circular por la calzada y la acera. En cambio, consideran positiva la existencia de carriles segregados del tráfico (79%), la continuidad de la red (66%) y la convivencia con los ciclistas (60%).

La encuesta recoge también el cambio de hábitos de los nuevo usuarios de VMP: un 83% de los usuarios de patinetes anteriormente utilizaba el transporte público, iba a pie o en bicicleta. Del conjunto de los usuarios actuales, 8 de cada 10 personas que van en patinete hacen trayectos inferiores a 5 km.

Recomendaciones

El informe del RACC incluye también una serie de recomendaciones para contribuir a la integración de este nuevo modo de transporte en la movilidad urbana. Las recomendaciones se dividen en cuatro puntos principales:

1. Necesidad de concienciación y formación

  • Facilitar el desarrollo de los VMP y, al mismo tiempo, realizar acciones para minimizar las malas prácticas.
  • Establecer señalización para subrayar la prioridad de acceso; así como elementos de control de velocidad específicamente para los VMP.
  • Crear espacios de estacionamiento en lugares estratégicos para favorecer la intermodalidad con el transporte público.
  • Realizar campañas de convivencia con los diferentes medios de transporte.

2. Despliegue de la red ciclista y de VMP

  • Bajar los carriles bici de la acera a la calzada para eliminar los conflictos entre VMP y peatones.
  • Mejorar el diseño de la red viaria para que los usuarios de VMP la utilicen correctamente y evitar que se use la acera donde no hay carril bici para circular.
  • Facilitar la continuidad de la red y desarrollar soluciones para los cruces más complejos.
  • Instalar puntos seguros de estacionamiento y de recarga.

3. Incremento de la seguridad vial

  • Fomentar el conocimiento de la normativa básica entre la ciudadanía.
  • Desarrollar campañas informativas para promover el uso de elementos de protección y las buenas prácticas de seguridad, así como crear mecanismos de control permanente.
  • Establecer un seguro de responsabilidad civil obligatorio general.
  • Impulsar el registro de VMP para minimizar el riesgo de robos y facilitar la recuperación de los vehículos robados.
  • Impartir educación vial en las escuelas con énfasis en la correcta circulación en bicicleta y VMP.

4. Despliegue del patinete compartido

  • Fomentar el estacionamiento ordenado y seguro. Facilitar que las empresas operadoras puedan controlar el uso correcto de los espacios de aparcamiento exigiendo al usuario una prueba que demuestre que ha estacionado el patinete de manera adecuada (como, por ejemplo, una fotografía).
  • Ofrecer tarifas dinámicas (por distancia en vez de por tiempo) para ayudar a evitar la velocidad excesiva.
  • Facilitar información compartida para mejorar la explotación y la gestión del servicio.